Recuperar el proyecto de Ensanche de Amara

El proyecto ganador del concurso realizado en 1935 para el Ensanche de Amara fue diseñado por Machimbarrena y Gaiztarro. La traza de calles en forma de tridente desde la actual plaza de Pio XII caracteriza toda la estructura de Amara y permite una distribución de las calles y los tráficos en forma de estrella.


En 1944, y tras pasar por los ajustes del Ministerio, el proyecto de diseño urbano se concreta en bloques de manzanas perimetrales similares a los actuales, pero siempre manteniendo la coherencia con la distribución urbana en base a las tres glorietas. 


El diseño del ancho de las calles y avenidas, la longitud de los bloques de manzana y la permeabilidad de paso a través de todo el barrio están pensadas para dar un carácter de ciudad equilibrado y una calidad de vida adecuada al barrio. La irrupción de la variante de Carlos I en medio de una calle diseñada para ser una avenida con un viaducto en altura es una de las mayores aberraciones urbanas que ha sufrido la ciudad de Donostia. Cuando se plantó la barrera en 1972 Carlos I estaba ya construido hasta el número 19.


Los vecinos de Amara han prestado durante 40 años la Avenida de Carlos I a la ciudad para dar una mala solución a la movilidad de Donostia, a costa de partir un barrio y afectar por generaciones a la calidad de vida del barrio más denso de la ciudad. 
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¿Cómo puede una ciudad que ha invertido tanto en mejorar su movilidad sostenible y calidad de vida consentir semejante anacronismo en el corazón de la ciudad?


Es hora de recuperar la Avenida de Carlos I y dejar que Amara sea lo que siempre debió ser. 

¡Es la hora de Carlos I!